sábado, 19 de diciembre de 2009

La Taberna de la Luna (III)




¡Hay dos días que falto del Bosque o la Taberna,
y se dejan ver trasgos por todos los rincones!
¿Será cosa de brujas, sus pócimas o acciones,
o el consumo excesivo del whiski de aladierna?

Miss escoba es muy lista y a veces me consterna.
Me provoca, me adula, me lanza acusaciones;
Grita: ¡Guerra al demonio! ¡No más cavilaciones!
Yo pregunto, ¿no somos colegas de caserna?

Mire Usted, caballero Cyrano de las Casas…
Yo calculo (según su avatar) que es un espanto.
¿Me equivoco? ¡Larguémonos unas lindas guasas!

Venga ya a la del Pencho, que es tasca con encanto;
disfrutemos el vino en cacharros de dos asas,
y dejemos las brujas a solas, entretanto.

Cole ©




Son las nueve de la noche y teniendo prevención, estoy aquí en la taberna haciendo una promoción. Tengo un proveedor moruno que me ha ofrecido al mayor, 100 botellas de brujita, un ron hecho en mi región. Preparado con ron viejo, del mejor y mas añejo, con raíces exquisitas y con colas de escorpión. Sabiendo que estamos cerca de la noche de aquelarre, me he venido en volandillas, con las muestras de rigor! A ver, brujas y hechiceros que están en este mesón, vengan todos a probar y den pronto su opinión. Si les gusta parto rauda, en mi escoba a propulsión, a buscar al mercader del que ya les di razón.
Un momento! me olvidaba por tener tanta emoción! ¿a qué hora es el sarao de esta mágica ocasión? Respóndanme ya brujitas, que el negocio hay que cerrar, traeré patas de araña y serpientes de coral, para adornar nuestra fiesta en esa noche sin par, y si puedo convencerlo también les voy a mostrar al vendedor de ojos negros que me espera allá en mi lar.

Scarlett ©




Bienvenida seas Scarlett
a este bosque y su Taberna.
¡¡¡Muy sabroso es ese Ron
que nos trajiste de muestra!!!
Dice estar elaborado
en región de Venezuela,
(tierra donde yo nací
aunque vivo como meiga)
su sabor es exquisito,
¡¡¡ trae rauda las botellas !!!,
que en la noche de aquelarre
a las doce se comienza.
Las serpientes de coral
van a juego con la velas
y con las patas de araña
adornaremos las mesas.
¡¡¡Cierra pronto ese negocio!!!
esperando que convenzas
a ese guapo vendedor
y se aproxime a la fiesta;
aquí somos “modositas”
de conversación amena,
sólo en noches de saraos
nos volvemos… más traviesas.

Phoeby ©

Jajajajaja



Para deshacer entuertos
necesitas un conjuro:
(recuerda que debe hacerse
en noche de plenilunio)
Se pone a fuego muy lento
en un caldero profundo…
tres hojitas de laurel
con cinco plumas de búho,
agregas diez alcaparras,
cuatro varitas de junco,
seis ojos de salamandra,
y las uñas de un difunto
animal, de las cavernas,
( hace mejor el engrudo)
no te olvides del azúcar
ni tampoco del orujo,
pues hay que endulzar la vida
y mejorarle su gusto,
(a la sal ni la menciona).
Déjalo hervir diez minutos
y justo en ese momento
le añades dos higos chumbos,
haces con todo un emplasto
y lo pones en el…muslo.
Ya verás los resultados
en el día treinta y uno…
o te curas de tus males
o te conviertes… en humo.

Phoeby ©




Soy un ser solitario; del Infierno he partido.
Hace mucho que viajo pero amigos no tengo,
a pesar del camino transitado y tan luengo.
Mi palabra es sedosa, mas mi humor, retorcido.

Al salir de mi “casa” me gritaron: ¡Bandido!
no por culpa del traje con un tono marengo,
sino, básicamente, por mi ilustre abolengo.
Pero ¿soy desganado? ¡No! Mas bien divertido.

Pues me gusta escuchar vuestras dulces baladas
que previenen, seguro, de sufrir un infarto,
mientras cubro los cuerpos con fugaces miradas.

Y por esta taberna mis poemas reparto
mientras sigo a las brujas, elfas, meigas y hadas.
Mas sentar la cabeza, por ahora descarto.

Cole ©

martes, 8 de diciembre de 2009

La Taberna de la Luna (II)




¿ROJO EFEBO…?

¡NI SARASA, NI ROJO, NI MANCEBO!
En mil años que tengo de bagaje,
¡nunca nadie me dio tan vil brebaje
prescribiendo descanso o un placebo!.

Los Señores que habitan el erebo
a las brujas trabajan como eraje;
les inculcan total libertinaje
tras lo cual, yo las uso y luego, bebo.

Así pues, mi querida Mim: “brujita”
no te engañes; no soy un caballero.
Quiero amar, pero mi alma está maldita…

(porque fui moldeado con acero)
La tortura que sufro es exquisita
y me empuja a letal despeñadero.

Cole ©




Bienvenida a este bosque
mi querida Elfa Arwen,
son tu sonrisa y denuedo
los que alegran estos lares,
con tus puyas complacientes
con tu estilo y tu donaire,
feliz me encuentro contigo
linda “ estrella de la tarde”.

Phoeby ©





¿Como osas demonio purulento?
si te piensas que así me amedrentas,
sólo has hecho crecer mi aburrimiento
con tus verbas mi ego acrecientas.

¡Dios te guarde estimado anticristo!
que perdone el señor vuestros pecados.
Seré yo quien dé fin a tu destino
y veré esos dos cuernos afeitados.

Tú orlaste mi nombre de "elfa" regia,
lo cambiaste sin temor a reina golfa.
¿Amigo mío si te pica la entrepierna?
sabes que hacer..., no le busques más demora.

¡¡¡abandona esta lucha sempiterna!!!
soy la luz de este mágico camino,
¡¡¡ríndete ante mí, pequeño averna!!!
sólo eres un canalla muy maligno.

¡¡¡UUUUUUUUUfffffff!!!
reconozco que el granuja es hechizante,
la maldad que derrocha me enloquece,
mas no voy a faltar a mi promesa
y en el bosque lo caneo si se mueveeee....

ArWeN ©





CONCILIÁBULO INFERNAL EN LA TABERNA

- ¡BALTASORRR! ¡Camarrrada! ¿Trrras quién andas?
- ¡Salve!, Ra’S. Tras la “meiga” vampiresa.
¡Esa, allí! La vestida de frambuesa,
disfrutando con todos cuchipandas.

¡Mira cómo domina las zarandas!:
en sus manos rezuma la belesa
cautivando millares a su mesa…
- ¡¡BALTASORRR! ¡Que te pierrrdes en volandas!

¿Qué tal ArrrWen? Alaban su belleza.
- No está mal, aunque tiene mucha espina.
Cortejarla sería una bruteza.

Te la dejo. No pierdas la cabeza…
Pero Phoeby y su jerga cantarina
¡Maldición! Es mi punto de flaqueza.

Cole ©




Mire usté lo que le mediumneo, mister demonio... Estooo...


Decís, tocayo en maldades
que sois demonio milenario?
pues yo embrujaría que…
¡Ties pinta de centenario!

Controla esos fogonazos
que lanza tu lengua roja
guárdalos para aquelarres
cuando dancemos sin toga

Muestra allí tus malas artes
y tu “dureza de acero” (ji ji ji)
tu poderío en pasiones
y arrástranos al infierno


Andaaa... ¡A ver si te atreves...! (Ahora nos saldrá con que sí que es un caballero ¡Me lo veo venir! ji ji ji)

Mim ©

Allá en la madrugá...





Cual mar embravecido, se enfurecen
dos demonios metidos en conversa;
esa charla parece muy perversa
pues sus rostros a instantes enrojecen.

Está Phoeby ajena a lo que cuecen…
ya que ella en su labor prosigue inmersa,
prepara unos conjuros de piel tersa
que con filtros de nata le embellecen.

Se percibe un jaleo en la taberna
ya que pronto es la noche de aquelarre;
toda bruja se arregla muy moderna

para encantar al mago que le narre
un poema de amor, en su caverna,
y ni una sola letra… despilfarre.


Phoeby ©




Con las brujas y los magos
ya se anima la taberna;
poco a poco comparecen
cargaditos de poemas.

Pero a mi me ruboriza
el que está junto a mi mesa,
pues no aparta su mirada
de mi humilde… cabellera.

Phoeby ©


Son vuestros ojos profundos
la causa de mis anhelos,
y vuestra sonrisa franca
la que enciende mi brasero;
mas sin embargo os aviso
que por un encantamiento
en noches de luna llena
yo en vampira me convierto;
me entran unos calores
para encender esos fuegos
con las maderas de olor
que se encuentran en los sueños.
No sé si sois un demonio
o se trata de un bohemio;
lo que no me cabe duda:
“de las letras…sois maestro”.

Phoeby ©





Tres fuertes golpes en los portones de la Taberna de la Luna,
anunciaron a nada menos que a Don Juan Tenorio.

Se paro en la entrada, declamando :



A las montañas subí
a las cabañas bajé
y en todas partes dejé
triste recuerdo de mí...

Don Pencho muy asustado,
se sujeto al mostrador
las medias verdes cayeron
y le subió un gran calor

Pensó ya muy afligido -
Que será de mis doncellas? -
Esas ninfas que yo albergo
y que son mi buena estrella...

LEulogia ©




Peligroso es rogarle al demonio el gris averno.
De dolores, de muerte, es lugar de inútil llanto;
ni arbolado, ni verde; produce sólo acanto.
Son tinieblas; es cárcel, y un crudo y frío invierno.

¡No le pidas a Cole os arrastre al mal eterno,
entre parcas, Caronte, una cueva a cal y canto!
En lugar de quereres tendréis un cruel quebranto.
Con terribles horrores se mora en el infierno.

Mas si puedo inculcarte pasiones con mi verba,
danzaré con tambores, y magia y seducción.
De las brujas y el duende el calor no me exacerba.

Y si el bosque responde con más coalición,
sentaré en el alcorce a fumar mi grácil hierba,
pues no hay prisa si bebes la miel de la amación.

Cole ©




¡Relimoncejos! Esto es ¡Solemne!
Emocionáico del tó me tenéis, ante semejante derroche de tan bellos conjuros poéticos y cuentos mágicamente enduendados.

Tapa de jamón y chato vino, gratis, pa tos ¡Invita el Pencho!

Aaay... Si yo os contara... Parece que no han pasado los siglos. Brujas, Duendes, Bardos, Hadas y Hechiceros, Cazadoras y Guerreras, Marinos, Tenorios... Hasta Musas del Olimpo...



En La Taberna estuvieron
a la bodega bajaron
y en cada rincón dejaron
recuerdos dicharacheros


Aaay... Si yo os contara... Parece que no han pa... ¡Fivitaaa...! ¿Qué te pasaaaaaa...? ¿Qué son esas dos puntitas rojas que te asoman por tó lo arto de la cabeza? Y ¿Porqué estás tan colorá? ¿Qué has hecho?

Compañero de duenderías, Pepe, si Don José levantara la cabeza, seguro que se venía p'acá en su Temido Bergantín, y se unía a nosotros, bourbones en mano a todo vaso jejeje

¡Pardiez, que sois atrevida, mi duendecilla Leu! Yno t'apures tú por ná que yo no temo a ese malandrín de Don Juan Tenorio, es un...



¡Insensato! Vive Dios
y de no ser como hermano
a palos, como a un villano
le rompería el cabezón


Lo de las medias, fue un descuido, Leu ¡Picaronaaa...!

Pequenita, asercaté a mi vera, y dime...



¿No es verdad Peque de amor
que en esta apartada orilla
las brujas te hacen cosquillas
y las quieres más mejor?
¿Y qué has de hacer ¡Ay de ti!
sino caer en sus lazos
o el corazón en pedazos
te irán robando de aquí?


Déjate de líos, Pequenita, que tú no sabes lo malísimamente malas, que son...

¿Otra ronda? ¡Hip! Pero qué güenísimo que está este vino... ¡Hip!

Pencho el Duende ©

Allá en la Taberna...




Mister Cole, por sus avernos... Que tengo la taberna recién enlimoná y los barrilicos del vino arden con ná... Haga usté er favó, Su Alteza Real Sumarísimo, Grande de toicas las lumbres más poderosas ¿No podrían ustedes vosotros, ponerse de conversación ahí, en el descampáo ese de enfrente?
Mmm... ¡Qué Demonios! Siga, siga, Mister Cole, que esto tié mú güena pinta... Ahí está... Con un par... ¡Que no se diga...! ¿Qué se han creído estas brujillas de pacotilla? Sssssss... Mire usté, a mí me tienen, pa tomar un camino. ¡Es que no puedo con ellas! Qué se le va a hacer...)

Pencho el Duende ©

Allá en La Taberna...




¿Serás insolente y osado...? Pos no que casi me estás metiendo hasta miedo… Pero ¡Quiá! Atemorizamientos chantajeantes a mí ¡Ja!Pos anda que no he estado yo veces en los avernos con Sati… Estooo… quería decir, Satán. Claro que, siempre íbamos a la Infisuite, al Caldero Ardiente y al Chuscarreiro Carneiro, pero ahora que lo pienso, nunca me llevó al ala oeste ¿Por qué será?


Lo de danzar con tambores,
y magia, y seducción
como que tié cierta pinta
de conjuro coquetón

Exacerbarte, podemos
con astucia de escorpión
cual Quimeras monstruosas
y sutíl camaleón

No fío en vos, diablillo
algo tramas, bravucón
no embaucarás a las brujas
con la miel de tu amación

El augurio de un conjuro
te predice perdición
vas a ser p’a nuestras garras
un juguete eroticón


Bruuujaaas… ¿Estáis oyendo semejante provocación demoníaca ¡Remurciélagos!? ¿Preparadas? ¿Listas? ¡A por él!

¡Ejem! Y peleas malignas, aparte, no tengo más remedio, Mister Cole, que rendirle honores brujos, postrando mi gorro y mi escoba a los pies de sus letras, de su ingenio y de su poderío dulcemente infernal con las letras

¡En er mundo!


Venga, y ahora vamos a lo que vamos... ¡Al ataqueee...!

Mim ©

Allá en la madrugá...

domingo, 22 de noviembre de 2009

La Taberna de la Luna (I)




LA TABERNA DE LA LUNA
(Llega Cole)

Esta guerra entre bruja y hechicero
con su diálogo siempre colorido
es ofensa al infierno, y ha podido
despertar al temible Cancerbero.

Un tormento perverso y venidero
obtendrá de este bosque un mal plañido,
de unas musas y un lírico escondido
en tabernas ocultas y el postrero.

¡Hay de mí! Baltasor, príncipe regio.
No dejéis, por favor, esta diablura
sin respuesta, quizás, ¿con un poema?

Vuestras letras son todo un privilegio.
Contestadme os lo ruego con premura,
que me asfixio y el cuerpo ya me quema…

Cole ©





Hoy un príncipe ha llegado
a nuestra humilde taberna;
trae consigo un soneto
para quitarnos las penas.

Yo le doy la bienvenida
( mis reverencias “su alteza”)
es un placer encontrarle
tan próximo de mi mesa.
Ha usted venido a un lugar
donde las brujas y meigas
preparan arduos conjuros
a fin de encender hogueras,
alrededor de las cuales
sus baladas interpretan;
y le cantan a la luna
y también a las estrellas
para que traigan los magos
sus más alegres poemas.

-¡¡¡Sirve Pencho el mejor vino!!!
( el que guardas en bodega)
A mi me pones un agua
ya que tu vino me enerva

Que quiero escuchar al príncipe
pues trae un fuego…que quema

Phoeby ©




¡Hola “ArWen”, LEulogia y también Peque!
¿Sabes elfa el por qué me llamo Cole?
Porque son mis pecados larga prole.
Es osado mostrarte sin tembleque.

Son LEulogia y “Chiquita” duro espeque;
vuestras letras no aguantan farsa o tole.
Ruego a Dios, mis impulsos ya controle
cuando lance con saña mi albareque.

Algo vibra en mi alma con tu nombre;
¿Eres Phoeby un hada o una bruja?
Es por ti que, quizás, el bosque alfombre.

No paréis; contestad a este granuja.
Sólo soy un demonio, un gentil hombre…
¡Qué magnífica vista se dibuja!

Cole ©




Como “Elfa” soy osada;
y a demonio alguno temo.
No es mi estilo “el temblequeo”
ni mi rutina es el miedo.
¡Alfombrad ya el camino!
¡Pencho amigo, saca el vino!
Entró el “trasno” en el “bareto”
con cara de tengo miedo.
Sois osado si creíais
que a vos me confiaría,
mas querido Cole, escucha:
¡Yo soy “Elfa”! no una bruja!
Si bien me van tus enredos,
artimañas de diablos,
te arrojé un astuto anzuelo
y te pasaste de incauto.
Presumes de muy candente;
a todas les metes miedo
gritando a los cuatro vientos
¡Yo soy Cole, soy el malvado!,
pero a mí no me convence
perro que muerdes no ladras
cuidado las ingenuas magas
que el demonio... esta de MUERTE…

ArWeN ©




Cuánto ser fantástico congregado en la Taberna, y yo reordenando las telarañas, allende de las profundidades de la bodega...

Bienvenidos, amigos, pasen, pasen p'a dentro, acomódense y sigan con sus embrujados cantares, mientras les sirvo una ronda de Levanta-ánimos romántico-inspirante con unas gotitas de zumo mágico de limón, para homenajear a tan gentil clientela ¡Invita la casa!

Pencho, Duende de los Limoneros ©

Allá en la taberna...




PEEENCHOOO... Qué alegría más bruja... ¡A mis brazos, zagalico!

-Miiimmm... Qué requetegustazo de verte, pero... ¡No! A tus brazos, no, que tiés mú mal abrazo, jamía.

- Puafff... Tan flojo como siempre... Tenga usté amigos duendes p'a esto...
A ver esa convidá, Pencho, doble p'a servidora, y vamos a brindar por nuestros dos nuevos amigos, Arwen la osada e intrépida superdiver Elfa, y Cole, ese diablillo travieso que nos está incendiando el bosque de pasiones desatadas.

¡Chin, chin! Arriba, abajo, al centro, y... ¡P'a dentro!

Requetebienvenidos a Amor Brujo, Arwen y Cole.

Mim ©

Allá en la madrugá...





¡OYE PENCHO! ¡Quizás debas calmarme!
¡De las hadas y brujas ya estoy harto!
Una de ellas murió de cruel infarto
cuando quise besarla al presentarme.

Y la “golfa”, por mí, que no se alarme,
pues mi ego es tan duro como esparto.
Cuando ladran los perros no me aparto
pues yo soy, de los mismos, el gendarme.

Reconozco que pica la entrepierna
cuando lanza sus puyas a mi oído.
Pero entonces, ¡LEVANTO A LA GALERNA!

( Es mi esencia que lanza un alarido )
Por doquier veo lucha sempiterna.
¿ Sabes Pencho ?, me siento envejecido…

Cole ©




Ji, ji, ji... Ay, Cole, está prohibido limpiar La Taberna. Desaparecerían los sentires coquetones que pululan por allí, en busca de jueguecitos eroticones, complicidades endemoniadamente poéticas y algún que otro achuchón emotivo-romántico-sesuá, que tan cálidamente engalanan la susodicha.
¿Y qué sería de Dª Araña Patraña, sin su labor telarañera?

¡Qué diabluras dice usté, mi arma!

Mim ©

Allá en la madrugá



Ligero aroma de azufre
se huele por la taberna
presiento ardores fogosos
¡Y apagada está la hoguera!

Mis sentires me previenen
de espíritu de jolgorio
y grito ¡Remurciélagos!
ése es Cole, el demonio

Y me dice el mediumneo
que aparte de ser demonio
es gentil y caballero
y tiene alma de Tenorio

Alegre y dicharachera
corro a encender el fuego
y celebrar aquelarre
en honor del rojo efebo

Mim ©

Allá en la madrugá...




Es usted Señor Cole un lindo encanto,
sea ente de carne, o sea de amonio;
yo no busco en el bosque ningún santo,
( sólo un mago pedí a San Antonio).

Su presencia me causa un gran quebranto
de eso todos aquí, dan testimonio;
cuando a otras usted produce espanto
para mi usted es Cole “el gran demonio”.

Pregunta si soy bruja o si soy hada,
tengo alma de meiga vampiresa
( su sonrisa me tiene cautivada)

de su fuego ya salta una pavesa.
Tentador: una existencia alfombrada
y acabar con corona de diablesa.

Phoeby ©




¡Pencho! ¡Pencho! amigo mío, permitíd mi atrevimiento
ante tal algarabía, necesito de un momento,
espero que exima mis saltos, he de alzarme afluyendo,
pues entre tantas personas hoy estoy compareciendo.
Necesito dar las gracias con sincero sentimiento;
A la Mim que es la fundadora y guardiana en este evento,
es la reina de este bosque, a todos nos pone contentos
con su escoba, su donaire y como no, con ese esmero.
A la pequeñita le digo que tiene arte y salero
que no busque de conjuros que lo lleva bien impreso.
Y a la Phoeby qué decirle..., ¡¡que es de armas Mesonero!!
es la rompecorazones de este bosque y de este cuento.
No conozco a la LEulogia, más me gusta el lucimiento,
maneja dócil las letras, demuestra el conocimiento.
que decir de la damita si evidencia hermanamiento,
recordando el aquelarre que promete suculento.
De Cole no comento nada, “ese” me lo reservo.....
lo iré poco a poco estudiando, de él no me fío un pelo.
¿Qué puedo deciros de mí? si ya me estáis conociendo,
elfa con fama de osada, divertida sin sosiego,
tengo fama con las puyas, encantadora, sin miedo.
¡¡Ay quién a mi hoy se enfrente!!..¡¡ay de quién haga el intento!!
se batirá entre estas manos, con saña y ofuscamiento.

ArWeN ©

domingo, 1 de noviembre de 2009

Fin de la Guerra (Epílogo)



El cuerpo de Arwen yace en el rincón más oscuro de la taberna, a su alrededor lloran sus amigas Phoeby, Mim y Pequeñita, que intentan con sus artes mágicas y pócimas de colores devolver la vida a la pequeña Elfa; en la mesa, al lado de la ventana, está Pencho que entre disimuladas lágrimas le ruega al demonio Cole que la traiga de nuevo del mundo de los muertos, Cole agachando la cabeza le explica que no puede lograr tal hazaña, pues sus poderes no llegan a conseguir tales hechos.

Pasaron ya más de 40 horas desde el fallecimiento de la muchacha, la gitana Pequeñita se acerca al cuerpo inerte y cambia las flores que rodean sus largos cabellos negros, la palidez es tal que asusta, Phoeby se acerca también y apoya sus manos en la cara de Arwen, está fría, la meiga cierra los ojos, y suspira, dónde está tu alma mi niña, vuelve a tu cuerpo, susurra invocándola.

Se levanta Cole y se acerca al grupo de las brujas, las mira y les dice:

-Señoras, pasan ya más de 40 horas deberíamos incinerar su cuerpo

Phoeby, abre los ojos y separa las manos de las mejillas de la muchacha.

-¿Qué decís Cole? ¡Estáis loco! nada de cremar el cuerpo, mientras haya el más mínimo vestigio de esperanza de que la luz ilumine de nuevo el camino para que su alma encuentre su cuerpo.

-Querida meiga, donde el alma de Arwen se encuentra no regresará…

Mim levanta la vista y en silencio lanza una mirada de esas que cortan el aire más gélido y guarda silencio.

Pencho se esconde tras el mostrador y deja que las lágrimas recorran sus mejillas mientras Cole y Phoeby siguen en su discusión; la puerta de la taberna se abre, un caballero corpulento, vestido de oscuro y cubierto con una capa de terciopelo negro entra, da unos pasos y se acerca al cuerpo sin vida; las brujas atónitas no dicen ni una sola palabra, Pencho mira desde detrás de la barra y Cole está de pie en medio de la Taberna, en el camino entre el caballero y la elfa……

**ArWeN** ©






¡DETENEOS, OSCURO CABALLERO!
¿Acaso no sabéis distinguir entre
una taberna celebrando un duelo
y la pocilga inmunda del poniente?

En la mesa reposa un bello cuerpo,
que ansiosos esperamos se renueve;
es la Elfa que oscila entre el silencio
de su sueño, y las garras de la muerte.

Si tenéis solución para el enigma
decidla cuanto antes, pues Caronte
no espera; si al contrario, daos vuelta

y coged presurosos la salida,
o el volcán que por dentro me corroe
colmará vuestra copa de asperezas.

Cole ©





¡Eso digo yo! O soluciona usté el enigma, o mi escoba furibunda, se alojará en su crisma, señor oscuro de la capa idem (Uys, parece usté, mismamente, un atractivorro bandolero de Sierra Morena. :tongue:)

Uys, uys, y uys... ¡Señores! ¡Caballeros todos...! Que no me acordaba yo que llevo en mi capaza la pócima del puchero 33 que le di a la Blancanieves ¡Remurciélagos!
Venir acá p’acá, gentiles señores y echarme una mano que, entre vuestro poderío embrujadamente varonil y mis potingues mágicos, en un pis pas murcielaguero, resucitamos a la zagalita. ¡Vamos allá!

El vapor de mi puchero
denso, negro y pestilente
está cubriendo tu cuerpo
aparentemente inerte

sentirás como puñales
atravesando tu frente
y un incendio en las entrañas
con este brebaje ardiente

es la magia que te invade
y rescata de la muerte
devolviendo a tus mejillas
su color rosa inherente

mas yacente seguirás
como la bella durmiente
a falta de un dulce beso
amoroso y vehemente

Y ahora, si eso... ¡El beso!

Mim ©

Allá en la madrugá...





El Puchero de mi abuela de antiquísima estirpe de brujas de raíces madrileñas, ese no fallaba nunca.

Resucitaba los muertos, y aquí la Brujilda
heredera de Pucheros, y menjunjes
le dio a tomar a Arwwen, a cucharadas
la sopa mágica, que despertaría la bella durmiente
del bosque.

Invocando, a rayos y truenos, el milagro de resurrección, todos esperaban en silencio los resultados.

Cole, descreído, movía la cabeza con tristeza
y el Pencho adelantándose a los acontecimientos
preparaba los tragos, que podrían ser para festejar
o para el entierro.

El bosque quieto, no movía ni una hoja de su tupida vegetación,
y ni el viento se animaba a enviar ni la mas suave brisa.

Los animalitos del bosque, miraban atónitos, los acontecimientos,
y ni las ranas se atrevían a cantarle a la luna.

Un día hermoso y soleado, donde el arco iris brillaba, mostrando sus colores reflejados en el lago, indiferente al drama de la Taberna de la Luna, seguía las vueltas eternas de este mundo.

LEulogia ©





Ah, no, de entierros, nada, mi enduendada brujilda del bonaire. Yo sólo he traído mis chupitos afrodisíacos de fiestorro de celebración eufóricamente alegre y olé, así queee...

Pencho el Duende ©

Allá en La Taberna...




Con Las pócimas de Mim, las sopitas de LEulogia, los sortilegios de Phoeby, y del Pencho la alegría para servir los chupitos; la pregunta que resuena en la cabeza de todos es: ¿Quién será el afortunado que bese a ArWeN para devolverle la vida?


Buscaré bajo el sombrero
y debajo de la mesa
en toditos los rincones
de nuestra hermosa Taberna.
Pondremos lindos carteles
dentro del bosque y afuera,
en el Sauce Milenario,
en los frentes de la guerra,
y no habrá ningún lugar
sin tener las mismas letras.


"Se busca un buen caballero
un mago, bardo o poeta
que sea alto y muy guapo,
que posea corpulencia
un hombre para besar
a nuestra preciosa Elfa”

Todos los interesados
dirigirse a la Taberna


Phoeby ©

Jajajajaja





Yo ya estoy en la Taberna
¡ y me pido ser primero !,
con mi porte endemoniado
y besos de ardiente fuego.

¿Quién se atreve a contrariarme?
Si tú aprecias tu pescuezo
no te acerques a mi Elfa,
o serás un hombre muerto.

Cole ©





O la besa usté, mister Cole, o la beso yo, man que al enterarse que ha sío servidor, le dé un yuyu postresucitatorio y se nos vuelva a estropiciar la zagalica.
Mira que me lo estoy viendo veniiiiiiir... Que si p'arriba, que si p'abajo... Que si la beso yo, que si la besas tú, que si síii... que si nooo...
Que la de negro está rondando a nuestra Elfita con mú malas intenciones y nos v'a pillar la vez ¡Que me lo estoy viendo veniiiiiir...!

¿Dónde están esos varones
que maldiciéndo funestos
lloraban por nuestra Arwen
clamando venganza al cielo?

Que vengan ahora, raudos
y como el príncipe del cuento
depositen en sus labios
el más dulce de los besos

Y no amenace usté, amigo demonio, no amenace, que los espanta y... Y si falla su beso ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?

Pencho el Duende ©

Allá en La Taberna...




Continuará…

sábado, 17 de octubre de 2009

Fin de la Guerra




Crónicas (del final) de la guerra (VIII)
Bando del demonio. RoE-Ne 14, 2009


A falta de otro escriba, yo mismo, Cole (Baltasór), redacto esta crónica de guerra; y será la última, pues un cansancio generalizado campa a sus anchas por estas tierras. Quizás se deba a la ola de frío, quizás, a la resaca de las fiestas… En cualquier caso, enmudecen las trompetas de guerra para dar paso a una nueva era, donde los seres vivos, grandes y pequeños, todos, intercambian experiencias, alegrías y poemas. No veo a ArWen, ni a LEulo, ni a Mim, ni a Pequenita, ni a Phoeby, para darles la noticia; sólo especies menores de diferentes plumajes…

¡Tuiiii! ¡Tui-Tuiii! ¡Tuiiii! ¡Ú-u-úuu! ¡Ú-u-úuuu! ¡Chrii-chi! ¡Chi-crriii!



¡Amanece en el Bosque!, desolado
por las guerras sin nombre padecidas,
cuando miles de órcos homicidas
aplastaron su fauna y arbolado.

Hoy despiertan la liebre y el venado
y otras muchas especies protegidas,
dando saltos y alegres zambullidas
en las aguas del lago platinado.

Se respira una paz en el ambiente,
que nos mueve a escribir en armonía
con los seres del bosque reticente.

Baltasór ya no obra con falsía,
cuando explica con verba fehaciente
que la paz ha llegado en este día.

Por lo tanto ¡que viva la alegría!
¡Que los clientes inunden la Taberna
y prosiga la juerga sempiterna!

Cole ©



Es un día de júbilo,…¡¡¡Albricias!!!
Se acabaron las guerras en el bosque;
Baltasor rinde armas, y a sus Orcos
les enseña a tener, nuevos valores;
desde ahora serán más obedientes
y tendrán que limpiar todo desorden.
Ganador es el bando de las brujas;
son bellas, seductoras y muy nobles,
por no decir que usaron sus hechizos
a base de gran dosis de limones.
El campo de batalla ya no existe
sólo queda sembrar los girasoles,
concluir ese tratado en la taberna,
y mimar con denuedo al señor Cole.

Phoeby ©



Mientras se alejaba del Sauce Milenario, a través de aquel sinuoso y angosto sendero, aquel a donde la luz no llegaba, y apenas unos rayos de sol acertaban a colarse cual reptil a través de las hojas de los infranqueables árboles, Arwen podía sentir el frío que se producía en aquella sombría zona, era un lugar cubierto por una espesa vegetación; la Elfa sentía como se calaban sus huesos, y su ropa humedecida se impregnaba de ese olor a mojado...

Después de mirar a los ojos de Cole no pudo articular palabra, se vio perdida, indefensa ante el calor y la ternura con la que acariciaba sus manos mientras la asesoraba contra los consejos de Mim, sin duda otra de sus artimañas, aquella delicadeza no era propia de un demonio, pero el no sentía amor, sólo se defendía fingiéndolo...al menos eso pensaba ella y por eso decidió alejarse de él.

Perdida, viajaba a caballo de sus recuerdos cuando de la nada surgió una helada sensación que atravesó su pecho, el ruido silbante de aquel filo gélido, fue acompañado por el grito de esfuerzo de aquel o aquella que portaba la espada que atravesó su cuerpo como si de papel se tratara, cayó de su montura y el suelo blanco por la helada de la noche se tiñó de un rojo intenso alrededor de su cuerpo.

No podía más que esperar al solitario final que el destino guardaba para ella, y mientras yacía agotando los últimos minutos de su vida, intentaba comprender el porqué de ese fin ¿quién era la mano ejecutora y por qué?..., mientras el color de su piel iba difuminándose y sus labios antes rosados y carnosos palidecían por segundos, su cabeza barajaba ciertas hipótesis atormentada y asustada por la soledad al final de su vida...

-Él...él no pudo ser, cuando le hablé parecía tan sereno... Pero es un demonio y sus ojos. Quizás me mentían, aunque parecía del todo improbable....

-Por otra parte Mim...ella estaba fuera de sí, como poseída cuando nos encontramos, sabía a dónde iba, ella pudo ser, aunque por otra parte fue certera, templada, serena y fría la mano ejecutora con la espada, cosa que dudo que Mim. pudiera, ya que ella no esta quieta ni siquiera con la escoba en la mano es una bruja muy inquieta....

-No importa quién lo hizo, aunque me gustaría saber por qué. Leulogia... demasiado lista para ello, lo haría pero quizás de otra forma más sutil. Peque... Mi Peque no, ella jamás lo haría es sencilla, casta en sus sentimientos al igual que Phoeby, aunque la meiga... ella creo que está enamorada de Cole y al enterarse de mis planes podría haberlo hecho para evitar que yo pudiera causarle daño alguno al demonio..

-No sé.... aunque quizás... puede ser..., recordó por un momento una imagen de aquel que la llamaba musa, de aquel que sus lágrimas no eran tan verdaderas como parecían; en algún momento le recriminó la relación con el demonio, aunque, él tenia más relaciones en el bosque que limones Pencho en la bodega; él o alguna de sus amantes podrían haber sido los ejecutores... sabe Dios... Fuera quien fuese consiguió su objetivo....

Arwen sentía que el fin se acercaba, el frío invadía su cuerpo, sentía un cansancio inusual, a la vez que una paz iba llenando su alma de luz, era una contradicción lo sé, mientras su vida se apagaba, su alma se encendía, sentía miedo... Cerró los ojos y suspiró, pensó en su nana tenía la esperanza de que en este nuevo camino estuviera esperándola para guiarla...

Sintió unos pasos que se acercaban a su lado alguien con una capa negra que cubría su cuerpo y rostro se detuvo de pie mirando como la vida abandonaba su cuerpo; ella, inmóvil, ya sólo acertó a abrir los ojos y allí vio a aquel ser oculto que portaba en una mano la espada llena de sangre con la que fue herida de muerte y una rosa roja en la otra. Sin decir palabra ella cerró de nuevo los ojos, exhaló, y la luz de su alma abandonó su cuerpo. En ese momento y sólo entonces, cuando la supo muerta, el ser que allí aguardaba le lanzó la rosa sobre su pecho, se dio media vuelta y se fue con premura al escuchar diversas voces que se acercaban....

**ArWeN** ©




Llevo más de cuatro días paseando por el Bosque, y camino solitario pues no traigo mi cohorte. Al mismo tiempo analizo la raíz de las pasiones, que oscurecen la razón y nos hacen oír voces. Me sorprende la quietud sin sonidos, sin colores, que ominosa me circunda, como vapores de azogue; es el veneno del miedo que se esparce con derroche. Al momento cambio el rumbo dirigiéndome al alcorce, que me allegue a la taberna antes de que el sol asome. Arribando a mi destino me llevo sorpresa enorme, pues ArWen, la dulce elfa, rodeada de unos doce, yace indefensa en el suelo, pálida, lasa y tan… joven. Unos dicen que está muerta, otros, que ya se repone de un desmayo que ha sufrido. ¡Son diagnósticos mediocres! Para mí que volverá, y musitando mi nombre…


Ataviada con galas de princesa
y luciendo en el pelo florecillas,
yace ArWen la elfa de piel límpida
en su lecho mortuorio en la taberna.

Por encima se agrupan las estrellas
sublimando los cantos de los druidas,
que solemnes, dedican a su hija,
funerales soberbios de una reina.

La rodean algunas compañeras
como Mim y su búho Zacarías,
Pequenita con toca y con mantilla,
o la LEulo y la Phoeby con poemas.

Más atrás, escondido en la bodega,
nuestro Pencho demuestra actitud digna;
de sus ojos emanan unas briznas
de dolor, por la elfa que era bella.

Mas de pronto, sin darnos casi cuenta,
unas luces brillantes muy bonitas
nos invaden, llevándonos al clímax,
cuando el cuerpo de ArWen se despierta…

Cole ©



Buaaa... buaaa... buaaa... snifff... snifff... snifff... (lloriqueos desolados y desconsolados, del bueno de Pencho, acurrucáo allá en el más recóndito rincón de la bodega)
Ay, Mister Cole, menos mal que has venío. Mira lo que le han hecho a nuestra hermosa Arwen ¿Te das cuen...? Ayyy ¡Qué lástimaaa...! Con lo buena que estabaaa... que diga, que eraaa... Ven acá, p'acá, que no me vean llorar, demonio amigo, que eso no es de buenos duendes. Buaaa... buaaa...
Digo, Mister Cole, que porqué no le da usté un llameante y tórrido beso de esos que hacen saltar chispas y perder er sentío, a ver siii...

Cuentan las buenas lenguas brujas, que el Caballero Negro es el espíritu de un tal Don Juan Tenorio, un noble espadachín algo truhán y mujeriego, de tiempos ha, que anda vagando en la eternidad de lo eterno en busca de su amada, que según tengo entendío, se le murió a punto de caramelo, dejándolo con la miel en los labios. Snifff... snifff... Ay, que historias más tristes ¡Relimoneros!
Y es por ello que, a toda la que ve con cierto parecido a su susodicha, la mata para llevársela con él al más p'allá.
Y ahora que caigo, Mister Cole, si tú tienes que conocerlo, pues creo que tié el purgatorio lleno de zagalicas jóvenes, casi toas igualicas, igualicas a la tal Arweinés de Ulloa y Olé
Y¿Sabes qué, demonio amigo? Dicen que deposita una rosa roja en el pecho, en recuerdo de aquella flor que no le pudo entregar, por que cuando llegó a verla pa pedirle matrimonio formal, la pobreciquia estaba ya muerta y enterrá. Snifff... snifff...

Venga, Mister Cole, amigo mío, prueba a darle un besico a ver si espabilara la zagala. Yo lo haría, pero lo mismo no está muerta del tó y se muere de un soponcio "disgustoso".

Ay, que triste qu'estoyyy... Snifff... snifff

Pencho el Duende ©

Allá en La Taberna...




¡Ay
Pencho!
si yo
te contara
lo que hace
el amor,
cuando viene
marcado por
el infierno…
pues jamás
se escuchó
en milenios
y milenios
transcurridos
del albor
de la vida,
que un demonio
capaz fuera
de lograr,
que una bella
damisela,
regresase
del país
de los muertos;
y te digo
aún más:
que la sangre que ayer se derramó cansada,
en ausencia de ojos testigos de ese horror,
conmovió a los poblados que había en derredor
y que ahora preguntan, en clamor, por la espada
que segó,
con saña, la
vida de la
dulce ArWen
y que nadie
logrará
su regreso
de la nada.

Cole ©

lunes, 5 de octubre de 2009

(IV) Guerras Mágicas

¡Vade retro, Baltasor!


La noche ha caído en el bosque… La elfa ha logrado recoger un poco de leña y se sienta en el valle, encendiendo una pequeña fogata. Desde su posición central alcanza a observar del lado derecho a las brujas cantando y saltando cual ingenuas muchachas, aunque hábiles en la elaboración de pócimas que podrían desbancar al más duro de los demonios; por otro lado, se ven las luces del monte del fin del mundo donde el ególatra y ceñudo aunque encantador demonio comanda sus tropas para invadir y tomar el poder de nuestro bosque…

¿Como podré resolver tal evento? magia cruzada y desasosiego, las hadas van asustadas a quejarse al hechicero, pues los orcos están locos, las persiguen por el sendero que lleva directo al lago de la pasión, perdidas están si las alcanzan… bueno, supongo… aunque viniendo de ellas me temo cualquier audaz artimaña que les deje “petritiesos”

Vuelvo a quedarme en silencio escucho de nuevo la voz…. es él, Baltasor, le grita sin piedad a su ejército; si por un momento la oscuridad fuera luz…en fin él es así, un ser indivisible, así me lo hizo saber, Baltasor sin Cole no vive, igual que Cole sin Baltasor….

Esa voz que con furia retumba en mis sensibles oídos, me traslada a un universo paralelo. Cierro los ojos, los aprieto, una luz invade mi mente y, de repente, la claridad de las imágenes que pasan por ella me asustan, estoy en uno de mis trances, uno de esos que no sé controlar, que anulan mis sentidos y abaten mi cuerpo con tal ímpetu que apenas puedo respirar, mi corazón se acelera…¡lo veo, veo su lucha! Por Dios... sangre regando el bosque, las brujas en la taberna, agazapadas, las hadas tiemblan, las musas no cantan… el bosque esta oscuro… ¡Lo veo, lo puedo ver! Es él sentado a los pies del sauce… ¡Me llama!... pero, sus ojos están tristes… y no sé el por qué… Consiguió su objetivo: sembrar de tinieblas el bosque y ni así es feliz, no lo entiendo, ¿por qué está en ese estado, podría decirse casi vegetativo? ¿Ni el poder, ni la batalla vencida le dan esa alegría al demonio que lleva adentro? ¡¡Cole, Cole!!.. ¿Qué os pasa? ¡Tonta de mí!…. sólo es una visión… Al momento salgo del trance, abro los ojos, me siento aturdida, ¡era tan real, casi podía tocarlo!….

Arwen se abriga bajo la capa de terciopelo rojo que cubre sus hombros….

-He de tomar cartas en el asunto, he de hacer algo para que esta premonición no se lleve a cabo, necesito ir, hablar, escuchar… no sé lo qué… pero es importante que haga algo, debo evitar a toda costa esta situación.

La elfa se incorpora aún con mucho trabajo, y subiéndose a su caballo, se interna en el bosque, allí buscara a Phoeby a Min y a la Peque. Hablará con ellas, e intentará llegar a un acuerdo para reunir a ambas partes; hablará también con Cole y los citará a los pies del Sauce Milenario. Quizás y sólo quizás, se puedan aún resolver las cosas de una manera civilizada… ¡Así lo espero…!

**ArWeN**
(María Isabel Fernández) ©

En este punto, queremos dar las gracias a la escritora y compañera María Isabel Fernández, por su participación en las Guerras Mágicas del Bosque, en el papel de la elfa ArWeN.




Dulce ArWeN, ¿escuchas el sonido?
Es mi voz suplicante que te llama;
no me dejes aquí, preciosa dama,
pues las brujas me tienen retenido.

Al pasar por el Bosque y por descuido,
le ciñeron cadenas a mi flama;
sí, aquella que añoras en la cama
y que arranca de ti fuerte alarido.

Mi lamento te envío por la brisa,
por las flores, la lluvia y por las aves,
pues despiertan en ti linda sonrisa.

Ven, si anhelas mi boca y manos suaves;
no lo dudes, no seas indecisa…
Te daré de mi espíritu las llaves.

Cole ©


¡Vade retro, Baltasor!

¡ Ufff... Menos mal que he llegado a tiempo... ¡


No le escuches, Arwencilla
te está tendiendo una trampa
quiere embaucar tus sentires
y luego robarte el alma

conozco bien al demonio
y sus gestos predecibles
pues cuando sale de "caza"
su aspecto es inconfundible

le sale humo por los cuernos
azufre por el rabillo
tiene de fuego el aliento
y veneno en los colmillos


Saca tus poderes superextrainvencibles, linda elfita, y dale caña...

Mim ©

Allá en la madrugá...




Al llegar al final donde mengua el camino, Arwen desmonta de su blanco caballo, continua andando sigilosamente dirigiéndose hacia el foco del sonido, ese sonido que la dirige hacia la voz de lamento, un eco que acentúa el sufrimiento de Cole. De repente, despavorida, la asalta una acalorada Mim, que no la deja ni hablar, sólo se escuchan mil gritos, y con escoba en alto vocea una y mil veces más: ¡¡vade retro Baltasor!!... La elfa no argumenta palabra, la mira muy asombrada hasta que, reaccionando como puede, acierta a preguntarle:

-¿Qué os pasa bruja Mim que estáis tan acelerada?

-¡vade retro, vade retro, vade retro!...

“-Arwencilla, elfa mía deja ya a ese demonio que te calienta la oreja y no te da ni un tesoro…”

La Elfa la mira y la mira… y rápidamente contesta:

-Tranquila brujilla Mim, sólo acudo a la llamada de ese que habita en mí, comprobaré si sus ojos me mienten, y si es verdad que en su trama me quiere inmiscuir, si es así, y me engaña, de él me apartaré…. ¡hummm...…! no es que de ti desconfíe, no lo interpretes mal, mas sé que también a ti te gusta, te dejaste seducir por miles de adulaciones… pues sofocada te vi, pícara le sonreías y mil besos le lanzabas desde el balcón florido de la terraza dorada, las hadas fueron testigo de lo que yo aquí certifico, y hasta el Pencho pelusero se quejo amargamente.... y decía susurrando: las brujas a mí me mienten, prestas se beben el vino y me dejan muy solito, van corriendo hacia el maligno pa’ darles lo que yo ansío….

Mientras Mim no da ni un paso, atenta se queda mirando la explicación de la elfa que le está argumentando. Arwen da un paso al frente y mira a su buena amiga:

-¡Ve corriendo, vete presta! Yo voy al Sauce Milenario, trae a Phoeby y al Pencho a Leulogia y a la Peque; avísale a Jujosan, también a Pepe Koete y diles que allí se acerquen, que traigan todas sus pócimas... del olvido y del te quiero, que traigan dos velas blancas pa’ combatir al mefistofélico, traed buenos sentimientos, que las luces de mi alma harán el trabajo entero, y dicho esto me marcho recuérdalo Mim, allí os espero….

Después de darle un abrazo, la elfa sube a su caballo y, presta, inicia el camino hacia el Sauce Milenario, preocupada y temerosa de que lo que la bruja le dijo se confirme al final de este camino.

Entonces habla en voz baja:

-Cuando le mire a los ojos veré en ellos la verdad y el sentimiento veraz y ya no habrá vuelta atrás….

**ArWeN** ©



En mis ojos se observa la negrura,
que en el mundo se extiende paso a paso;
es el fin de la vida, es el ocaso,
que se asoma terrible y sin censura.

Es un pozo, sin fondo, de agua pura
recogida de noche a cielo raso;
no se puede atrapar en ningún vaso,
pues proviene de tácita locura.

Sin embargo rebosa de dulzura
que reparto cual bien que es muy escaso;
aunque a veces tolere algún fracaso,
no te sientas tranquila ni segura.

Y si escuchas a Mim y su postura,
para mí que cometes error craso;
pues quien busca y me encuentra un poco laso,
se aprovecha de toda mi frescura…

Cole ©





La Brujilda, la que tiene su experiencia
En cosas, de la vida y los amores
Pone pócimas, con filtros de colores
Para darles a las brujas su sentencia.

Si la bruja que es segunda y la primera
se debaten en ardientes , objeciones
para ver quién se queda con el diablo
Yo diría, clamándole a los cielos
Haya paz, en el bosque, y la Taberna
que el demonio se va con la tercera.
un hada o una meiga. Con cualquiera.

LEuLogia ©


A esta altura de la trama, queremos también dar las gracias a la escritora y compañera Carmen Passano, por su participación en las Guerras Mágicas del Bosque, en el papel de la bruja LEuLogia.




Y Mim, boquiabierta y alucinando en colores ante la intrépida valentía de la dulce elfa, cabizbaja y mediumnicamente compungida, temiendo lo obviamente temible, se alejó en dirección al Sauce Milenario a convocar al personal brujo y cumplir así los deseos de Arwen.

-Pobre, crédula y locuela elfa- que iba farfullando Mim- esta criatura no sabe con quien se juega las magias. Ese Cole es tan astuto como el mismísimo diabl... Uys ¿Qué estaré diciendo? ¡Toy brujiboba! pero si él es el... ji ji ji Qué desvaríos más tontos ¿Eh, Azarías?

- ¿Desvaríos, Mim? ¿Desvaríos? Es tu estado natural de todos los siempres, bonita- masculló el búho, encaramado en tó lo arto del gorro de Mim, con cierto tono de guasa- Y a ver si miras por dónde andas, bruja zarrapastrosa, que estás yendo p'a la taberna del Pencho y no p'al Sauce Milenario, donde seguro están todos esperando a la elfa. ¿No ves que también mediumnean tó lo que pasa en el bosque y ya saben que tién que irse p'allá?

-Eso ya lo sé, adefesio con plumas, pero ya se sabe que, incluso ante los mediumneos más urgentes, no hay quien los saque de la taberna, si no es a escobazos. ¿Los ves, búho listillo? ¡Míralos! Lo que yo decía...

Envueltos en un silencio sepulcral que daba hasta miedo, y en un estado de trance, tipo petrificación de calla y escucha, encontró Mim a tó el personal en la taberna.

- Vamonos p'al...

-CHSSSSSSSSSSS... ¡SILENCIOOOOOO...!- gritó Pencho furibundísimo - Arwen ha encontrado a Cole, y está a punto de mirarle a los ojos...
...................................
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Mim ©

Allá en la madrugá... ¡En La Taberna!

miércoles, 23 de septiembre de 2009

(III) Guerras Mágicas

"David con la cabeza de Goliat" Caravaggio, 1606



Crónicas de la guerra (V)
Bando del demonio. BreDi-Ciem 09, 2008

Cada día que pasa sin noticias del bando enemigo, Baltasór se vuelve más irascible, si cabe, para el baremo de un ser del averno. Todos los efectivos de su ejército, desde el más rastrero de los orcos, hasta los generales de su Estado Mayor, pasando por este cronista, temen que en cualquier momento de furor explosivo el demonio los liquide sin ningún miramient…


¡Zuuaaaasssssss! ¡Tom! ¡ton! ¡Pomm! … ¡Glub, glub, glu …!


¡AGARRAD LA CABEZA! ¡Tirádsela a los perros!
Ya el maldito escribano no podrá molestarme,
siempre atrás, hostigando, cual baboso gendarme.
¡DAOS PRISA! ¡No hay tiempo que perder en entierros!

¡Preparad los carruajes! Subiremos los cerros
evitando a sus tropas un posible rearme;
con sigilo y cuidado, que ninguno se alarme.
Esta vez me aseguro de no cometer yerros.

¡Ay de mí! ¿Quién me habrá puesto la pierna encima?
Ni guerreras, ni musas, ni hadas aparecen.
Por los suelos ya tengo la jodida autoestima.

Sólo escucho sus cantos y risas ¡Me enloquecen!
Si no encuentro a las brujas detrás de aquella cima,
pensaré que mis versos ya no les apetecen…

Cole ©



Crónicas de guerra ( IV)

Bando de las brujas Diciembre 10, 2008

No me puedo creer lo que estoy viendo, Baltasor, muy enfadado (parece un toro de lidia a punto de salir al ruedo) le cortó la cabeza al atractivo narrador, y todo porque se sabe perdedor en esta guerra. El bando de las brujas es muy poderoso, además permanecen unidas, ante cualquier adversidad, y el bando de los demonios se dispersa, quién los dirige no sabe lo hermoso que es el amor, a ver si lo convencemos de una buena vez, de hacer el amor y no la guerra. Hummmmmm



¡Nino ninooo ninoooo ninooo ninooooooooo!


Aquí llega la ambulancia
para salvar al cronista
y coserle la cabeza
con la mejor cirugía;
se curará bajo el Sauce
aplicando la pericia
de los brujos y las hadas
y un poco de agua bendita,
pues el bosque para todos
es nuestra mejor botica.

Ay Baltasor, condenado
demonio de gran perfidia,
con el pobre narrador
cometiste una injusticia,
muy ameno nos contaba
con su gracia creativa
las crónicas de las guerras
y sus muchas fantasías...
¿Será por eso que algunas
te ponen la pierna encima? .
Rendiros ante las brujas
y te daremos... caricias

Phoeby ©


Jajajajaja



Crónicas internas...
Mientras el cronista infernal es atendido por el aventurero cirujano Juj, en la oquedad sanadora del Sauce Milenario, meguiña Fivita, en La Taberna, mantiene embobadicos a los orcos y otras tropas malísimas, cantándoles dulces rianxeiras, y Brujilda Leu barre esos restos de brujas (otro paripé pa engañar a Baltasor, porque brujas no ha caído ¡Ni una! pero que no se entere el susodicho, claro) servidora va a la Mansión Infernal en busca del cabecilla coloráo, p'a cantarle las 13 (no, las 40 no, que ése número no es nada brujo)


Sal p'a fuera, Belcebú
le grito plantá en la puerta
¿no se te está olvidando algo?
¡Nos debes una pelea!

Olvídate de tus tropas
queremos un cuerpo a cuerpo
un duelo de pura magia
en el bosque o el infierno

Y si "Col" le ha convencido
a deponer sus maldades
véngase p'a La Taberna
a brindar y hacer las paces


(Que dicho sea de paso, en caso de esto último, no me fiaría yo ni un pelín de usté, porque sé de buen hechizo lo malísimamente malo que eres)

Mim ©

Allá en la madrugá...



¿Quién ha osado retarme cara a cara?
Que me olvide de tropas y demás,
para mí es como dar un paso atrás
o esconderme al final de una mampara.

Tu actitud se me antoja un tanto rara,
pues en vez de gritarme ¡nunca más!
u ofrecerme la cámara de gas,
me planteas brindar con algazara.

Casi, casi, me tienes convencido
para hacer el amor y no la guerra;
con tu gesto me siento complacido.

Mas no obstante me intriga la posguerra,
pues no hay filtros ni flechas de cupido
que consigan alzar mis pies de tierra.

Cole ©

martes, 8 de septiembre de 2009

(II) Guerras Mágicas




Crónicas de la guerra (III)
Bando del demonio. BreNo-Viem 30, 2008

Después de superar el estatismo pasmoso sufrido por las huestes de Baltasór, y, dicho sea de paso, por él mismo, a consecuencia de su encuentro con una meiga estupenda, de esas de quedarse atónito, patidifuso y babeante, vestida con traje de luces de colores brillantes, invitando a todos a una fiesta con banquete, y de su misteriosa desaparición, instantes después, con increíble aparato de luces y sonidos, cual tormenta boreal , la cohorte del demonio retoma sus exploraciones adentrándose aún más en el mágico bosque, pues la guerra debe seguir su curso inapelable, y se acerca a pasos agigantados el mes de BreDi-Ciem con su nieve y frío glaciales.
Después de varias leguas caminadas, vuelven las estridencias, esta vez como metálicas, transportadas por el viento, emulando a las que producen las latas atadas en cadena tras el coche que conduce a los recién casados, al convite nupcial.
De repente, hace su aparición un personajillo enfundado en armadura lustrosa, y con yelmo de penacho en la cabeza que cubre sus facciones hasta hacerlo irreconocible, y le suelta al demonio una cháchara filosófica que diserta sobre el bien y el mal, y lo exhorta a que, una vez negada su naturaleza maligna, le acompañe a una taberna y se siente a tomar unos vinos ¿…? Pobre chalado; corre un gran peligro.

¡Clin-clon! ¡Ti-qui-li-clin! ¡Clon! ¡Beeee! ¡Muuuu! ¡Cric-cric! ¡Ú-uu! ¡Úuu-u-úuuu! ¡Clin-clan-clon! ¡Cric-croc! ¡Clan! ¡…!


¿Quién será el alfeñique vestido de armadura?
Le acompaña caterva de ceporros catetos
más algún patalsuelo; sus atuendos escuetos
no mejoran en nada su torpe chifladura.

Sin embargo sus rostros reflejan la bravura,
cual si brujas feroces cargadas de amuletos
estuvieran detrás, escondidas en setos,
y esperando la voz para darnos captura.

No me fío de ellos. Quizás deba escuchar
al que blande la espada, porque no tiene filo,
y parece sensato, no mirando su ajuar.

Mandaré mis soldados a seguir con sigilo,
pues no es listo en la guerra quien abraza el azar.
A pesar de la táctica, estoy algo intranquilo…

Cole ©



Crónicas de guerra ( III)
Bando de las brujas Diciembre 01,08

A lo lejos se divisa una unidad táctica de exploradores, también unidades dispersas de flamantes caballeros con armadura para defender a las brujas. Algunas de estas se encuentran cerca del Sauce Milenario, a las órdenes de la Generala Bruja Mim, preparando sus pócimas para encandilar a las huestes de Baltasor; se han puesto sus galas y le sacaron brillo a sus escobas... Reúnen con cuidado cada uno de los ingredientes para encender el fuego que haga cambiar de actitud a todas esas hordas del infierno, y, de no hacerlo, ¡¡¡ que se quemen en la hoguera !!!.



Que dé comienzo el ritual
en el círculo de fuego;
el valle está protegido
de las huestes del infierno.

¡¡¡Fortifíquense las llamas
y las hierbas del caldero!!!
que las pócimas de brujas
están hechas con criterio.

Que ardan en las hogueras
las cohortes del averno
y Baltasor entre ellas
por ser el malo del cuento.

Phoeby ©


Pero por si acaso, ya le he puesto el casco a mi gato...



Un inciso, po favó, que el gatito de Fivi...

¡¡¡Me paaaaaaaaarto…!!!

¡Ays! panchá reí m'he pegáo ¡Remurciélagos!
Sigamos, que decía Fray Brujico Luís.

Pero Penchooo... Ven acá, p'acá, duende pardillo enlatáo. ¿No te das cuen... que te vienen siguiendo tropecientos adefesios de esos de Baltasor?



Entra ligero p'a dentro
que no descubran la entrá
te van siguiendo de cerca
tropecientos en parvá

Ya me ha dicho la Ojotuerto
que de ná nos has valío
con el casco, el Baltasor
ni te ha reconocío

¡Cállate, so quisquillosa!
me dijo Pencho, sonriendo
que le eché gotas de olvido
en lo que estaba bebiendo

Y esos zafios alfeñiques
que me pisan los talones
han caído como chinches
con mi vapor de limones

Asín queee...

Mim ©

Allá en la madrugá...


Crónicas de la guerra (IV)
Bando del demonio. BreDi-Ciem 02, 2008

Baltasór no está conforme con el transcurso de la guerra. A pesar de su fuerza, brutalidad y fiereza innatas, las hordas de orcos cada vez se muestran más remilgadas a la hora de atacar, y no es por falta de incentivos; ni los jugosos manjares que han probado, ni el restallido del látigo en sus espaldas son suficientes para mantener el ánimo y el orden en sus filas. Quizás exista verdadera magia en el Bosque, o se trate de venenos mortíferos arrojados al aire y al agua los que hacen tambalear el resultado esperado de la contienda.

Entre las tropas se habla, a espaldas del demonio, sobre rituales en círculos de fuego, y de hierbas, y de pócimas hechas con criterio; además, se rumorea sobre la existencia de un arma secreta…

¡Ja, Ja, Ja! ¡Ji, Ji, Ja! ¡Ju, Ju, Ju! ¡Ja, Ja, Ja, Ja, Ja, …!

Mis guerreros sucumben poco a poco
a la planta del Sauce sempiterno;
es quizás nuestro vino de Falerno,
o si no por el virus neumococo.

En el centro del bosque está su foco,
mas mis huestes provienen del Averno;
por lo tanto, será un problema externo.
¡Esta guerra me está volviendo loco!

Y de pronto descubro la razón.
No son gotas de olvido es ¡imposible!;
tampoco los vapores del limón.

Es un arma, si acaso más terrible
pues afecta a mis orcos cual bufón:
es la risa que causan, infalible.

Cole ©

sábado, 29 de agosto de 2009

(I) Guerras Mágicas


GUERRAS MÁGICAS

Crónicas de la guerra (I)
Bando del demonio. BreNo-Viem 27, 2008

El demonio Baltasór otea desde su atalaya, en el Monte del Fin del Mundo, el lento discurrir de las ordas de monstruos que convocó, hay días, para hacerle la guerra a las brujas rebeldes. Es un horripilante ejército que siembra a su paso destrucción, peste y muerte, transformando las otrora praderas fértiles en yermos campos putrefactos. La cacofonía de gritos, cánticos, música endemoniada y lenguas es insoportable; allá por donde pasan, sólo queda un reguero de sangre y una terrible desolación.

El demonio está meditabundo, y se debate entre dos pensamientos opuestos, susurrados por sus distintas naturalezas –Cole, por un lado, y Baltasór, por el otro- pues, mientras que el segundo disfruta con el espectáculo, el primero, en cambio, se pregunta si no se habrá excedido en su afán por enfrentarse a las brujas, y llevar la muerte al Bosque que tantos recuerdos le trae…

¡Ton! ¡Toon! ¡Tooonn! ¡Ta-Rí! ¡Ta-Rí-Ta-Rí! ¡Ta-Ta-Ríííí! ¡Tooonn! ¡Toon! ¡Ton! ¡…!



A lo lejos se escuchan los tambores de guerra;
las trompetas les siguen, entonando alaridos.
Se desplazan en carros que provocan chirridos,
cual carroza mortuoria que a los pueblos aterra.

Una bruja sutil a la escoba se aferra;
le acompaña su gato, siseando bufidos.
Muy ocultos esperan, algo cabizcaídos,
pues pretenden borrarles de la faz de la Tierra.

“Los sonidos pulsantes me recuerdan la sangre
que millares de seres han perdido en mi cueva,
con torturas sublimes, al uso del palangre”.

“En mi sola existencia, que es bastante longeva,
no he querido que a nadie se le inflija un desangre.
¡Que a tocar a mis brujas ningún loco se atreva!”

Cole ©



Bando de las Brujas. Noviembre 27,08

Las brujas están preparando sus escobas y sus dulces pócimas, mientras se visten con sus mejores galas, para recibir a las ilustres huestes y agasajarles con un convite, para lo cual entonan sus mejores cantos…

La Lolailo.. laaaaaaaaa la lolailo lolailooooooooo laaaaaaaaa



Venid y poneros cómodos
lindas huestes del infierno,
hay espacio para todos
ya que este bosque es inmenso;
y cambiad esas caritas
pues me parecéis muy serios.
No provoquéis a las brujas
que son reinas del ingenio
y las protegen del mal:
una recua de amuletos,
el gran Sauce Milenario,
más un sabio tabernero.
( Por si alguno no lo sabe,
aquí le llamamos Pencho)
Quedáis todos convidados
a disfrutar del momento,
haremos una gran fiesta
donde bailen nuestros fuegos.
Ahora bien, si buscáis guerra,
¡¡¡CUIDADITO!!!... Es un consejo.

Phoeby ©

Jajajajaja



Crónicas de la guerra (II)
Bando del demonio. BreNo-Viem 28, 2008

El demonio Baltasór se ha puesto en movimiento, abandonando la seguridad que le proporcionan los infranqueables muros de su observatorio en el Monte del Fin del Mundo, para seguir de cerca a los capitanes de su cohorte personal; éstos últimos, avanzadilla táctica del ejército de órcos, se ha topado con dos situaciones contrapuestas, que, además, han hecho acto de presencia a la manera de efímeros susurros transportados por el viento: por un lado, una especie de grito de rebelión y llamamiento a las armas, una voz de buena ventura, que intenta reunir a grupos dispares de seres para que ataquen a no sé qué cabras del Monte Uno; por el otro, una dulce y feliz melodía, que trata de trasponer las sanguinarias tropas de su ejército, enviándolas a un bosque mágico, y convirtiéndolas, al mismo tiempo, en obesos comensales de una fiesta pagana, o en bailarines de claqué, de no sé quién llamada Lola la Lolaila.

Todo ello precedido por extraños sonidos cortantes, como de afiladas espadas segando ejemplares verdes de “Lagitanius Morare”, o dulces setas que crecen en los bosques encantados…

¡Más! ¡Mass! ¡Masss! ¡Masss! ¡Massss! ¡Masss! ¡Mass! ¡Más! ¡…!



De mis ordas de órcos no me fío,
pues son zafios, cobardes y muy lentos.
Mandaré mi cohorte, unos doscientos,
para espiar en el bosque tan umbrío.

Mas de pronto se escucha un desafío,
transportado por ráfagas de vientos;
es un grito, o la música de cuentos,
que provocan un fuerte escalofrío.

A mis órcos inculco más coraje
para entrar en lugar tan encubierto;
sin embargo, es magnífico paraje.

Una bruja prepara con acierto
un hechizo y un pútrido brebaje.
Me ha dejado pasmado y boquiabierto…
Cole ©



Y de repente, se silenciaron los estridentes clamores de las hordas salvajes de Baltasór, confundidos por otra estridencia, menos salvaje, pero igual de horripilosa, que provenientes del bosque nos traía la brisa Catalina. Eran canturreos de un lalilo leilo lailo, laleilo, lo la… acompañados de música de laudes, bandurrias y tambores, que no sonaban a guerra, sino a parrandas de güerta.

Aquí estoy mis brujillas
con mis colegas bandidos
cientos de brujos malvados
y sus tropas de mininos


Perooo… Esperarme aquí, que voy a parlamentar con el Siniestro a ver si le hago entrar en razón, que éste no sabe dónde se va a meter ¡Angelico!

¡Quieto, paráo, Baltasor!
detén tus hordas salvajes
déjate llevar por Cole
¡No me seas tan malaje!


Que conste que, aunque seamos amigos, de taberna, tapas y vino…

Vengo presto a guerrear
enfundado en mi armadura
contra todo aquél que osase
importunar a mis brujas


Y no temáis a lo que veis, sino a lo que ignoréis, que la madre tierra es mi hermana, y sus entrañas, mi fuerza, los vientos son mis compadres y el agua, prima segunda de mi abuela. Así queee…
¿Hace un vinito exquisito, en la mesa discreta del rincón en La Taberna, y lo perdío al río, Baltasor?

Pencho el Duende ©

Allá en la acampá...



Ante el chivatazo de la bruja Ojotuerto, cotilla oficial de Amor Brujo y ocupa descará y permanente en el nido de los grajos cascajos, sito en tó lo arto del Sauce Milenario, basándose en sus avistamientos claros, clarísimos, cristalinos, unidos a los tropecientos soplos que le traía la brisa Catalina, el Consejo de Brujas Sabias, tras varias lunas de conjeturas y desacuerdos continuos, llegaron a la conclusión y nos comunicaron que, Demonio Baltasor, se disponía a atacarnos “por sorpresa”.

Inmediatamente, el bosque se convirtió en el caos más embrujadamente caótico, en la ardua faena de acondicionarlo, fortificarlo e invisibilizarlo, para tan inusual y divertido evento

-¡Esto es la guerraaa… ¡ Que gritaba hechizado de alegría el brujillo Gurrucho Nax, yendo y viniendo con madera y ¡más madera! para avivar las hogueras.

Las brujas salieron en estampida a cumplir con su cometido. Las expertas voladoras saltaron sobre sus escobas y, en temerarios, por raudos y veloces vuelos rasantes, cruzaban el bosque transportando todo lo transportable y útil a sus fines.
Las pocimadoras, a pocimar, llama en puchero a toda magia, brebajes y mejunjes con los más mortíferos venenos, incluido el de ataque súbito de risa irresistible.
Los varones fantásticos, cavaban negros fosos sin fondo ¡Ejem! Ellos no, sus palas debidamente hechizadas, mientras ellos instruían a las tarántulas dentudas, sobre cómo y dónde debían “morder” al enemigo.
Araña Patraña y sus secuazas, se apresuraban a recubrir el bosque con una densa y enmarañada capa de telarañas (su último invento, aún sin patentar) invisibles, elásticas, irrompibles e ignifugas.
Los búhos, grillos, grajos y todo bicho útil, no muerto, fueron obligados, bajo amenaza de desplume o despelleje con ensañamiento, en caso de negarse, a ensayar gritos histéricos en diferentes tonos ultratúmbicos de los de darle un susto al mismísimo miedo, para proferir a tó decibelio y de modo personal e intrasferible, justo en el tímpano de cada uno de los enemigos.

De pronto, un lalilo leilo lailo, laleilo, lo, la… se extendió por todo el bosque ¡PENCHO! mediumnearon todos al unísono.

Aquí estoy, brujillas mías…

Fivita salió a su encuentro, le cuchicheó algo al oído, y encaramándose ambos dos, a la rama más baja del Sauce Milenario, reclamaron la atención del personal embrujado
-Tenemos dos propuestas de estrategia guerrera que exponer, con fines gananciales, genialmente tramposas- dijo Pencho – tú primero, meiguiña de mis duenderías.

- Propongo aparentar que no sabemos nada del supuesto ataque, y recibir al enemigo con honor de héroes que están de paso por nuestro bosque encantado, festejándolos y agasajándolos con buenas viandas y mejor vino, música y baile, y en distendida y amigable charla, advertirles y aconsejarles que ¡¡¡CUIDADITO!!! con las brujas. Seguro que entran en razón, se arrepienten de sus malas intenciones y dulcemente, deponen las armas y nos piden perdón.

-Pero qué dulcemente inocente, pacífica y cándida, es esta meguiña de mis debilidades ¡Relimoneros! – que mascullaba Pencho, pa sus adentros silenciosos.

Una ola ensordecedora de murmullos premonitorios, más negros que el carbón, colapsó el espacio circundante.

-¡Esto es la guerraaa… ¡ Que seguía gritando hechizado de alegría el brujillo Gurrucho Nax, yendo y viniendo con más y ¡más madera! para continuar avivando las hogueras.

-Mi propuesta –habló Pencho- es ir a visitar al Maligno, y amigablemente, invitarlo a una copichuela de mi mejor vino, luego a otra, y otra, y otra más, y en cuanti que lo vea flojear una miajica ¡Al foso sin fondo de las tarántulas dentonas!

Y entonces, fue cuando…


Mim ©

Allá en la madrugá...

sábado, 22 de agosto de 2009

Declaración de Guerra




Yo*
príncipe
demonio
Baltasór,
as del infierno,
bajo al inframundo
a convocar las ordas
de “órcos, trándros” y otros
seres mal nacidos, que arrastran
sus bastos cuerpos sanguinolentos,
emitiendo olores nauseabundos.
No*
pifie,
ansioso,
el terror
que yo gobierno,
al quemar el mundo
con flama y pena sordas,
angustia sin fin y lloros ,
que zafio los cuerpos desgarra,
marcando los rostros cenicientos
y comiendo sus tripas iracundo.
Voy*
Sílfide,
mi trono
de color,
mi suave invierno,
blanco pero crudo,
a ofrecerte las gotas
más amargas que de ojos
de bruja, enrojecidos, salgan,
para satisfacer tus más cruentos
placeres y adornar tus atributos.
¡Dales hambre!,
dales cárcel.
Dales dolor,
dales horror
y dales sangre!


*Espero que podáis dispensarme esta pequeña licencia, pues creo que en el presente “poema”, el aspecto gráfico es tan importante como el contenido mismo de las letras.

Cole ©




Jajajajaja , menudo arbolito de navidad, jajajajaja Valeee ya se me ocurrirá algo para ese bis a bis; es que viendo el árbol tan lindo, me causan gracia las letras, perdone usted señor Cole
Jajajaja

Un abrazo con cariño
Phoeby ©




Demonio Cole, dueño y señor de los inframalignos Infiernos, si lo que pretendes con esa llameantemente furibundo-feroz-infrahumana advertencia-conjuro-sentencia pavorosa, aunque la disfraces de poema y le des forma de arbolitos, es pegarme un susto mú gordo y meterme tanto miedo que me quede paralizada de terror, te diré que ¡Lo has conseguido! (Es que me ha pillado pelín desprevenía, leñe)
Pero en cuanto salga de este trance horrípiloso en el que me he quedado así, como medio traspuesta, por el efecto debastador del estruendo arrasante de ese tono guturo-estridente-diabólico, suyo de usté, prosigo mi andadura hacia el Círculo de Tiza ¡Que lo sepas!


No me valen las bravatas
de diablillos engreidos
abarruntando desastres
penas sordas y exterminio


Uys... Será posible el yuyu miedoso tan tonto que m'ha dáo ¡Remurciélagos!



Yo
soy
Mim
la bruja
maléfica
más astuta
pérfida y poderosa


JoquitipopitI
racatalachan
lado obscuro
ven p’acá
mal
soy
y a
por
ti
voy
ora
hoy

Mim

Allá en la madrugá...

Sr. Demonio Cole, boquiabierta de admiración me has dejado con esa maravilla de composición poética.
Es... es... Ufff... Es una valiosísima joyita, por su excelso y rico contenido en ingenio y poderío emotivo.

Rindo mi gorro, mi escoba y todas mis admiraciones, a los pies de sus letras y de su ingeniosa genialidad.

Mim ©

Allá en la madrugá...



Bruja Mim, linda brujita;
yo no creo que te asustes
y aunque quiera no lo harías,
pues sabes mucho de azufre.

Y si del ingenio hablamos,
es otra de tus virtudes.
¿Qué decir del poderío,
si en tu caso eres inmune?

Yo no creo que el poema
amerite tantas luces;
si la rima está cosida
con el hilo de pespuntes…

¡Bah! Es un simple ejercicio
para que todos disfruten,
y que el tren que está parado
salga pronto de este túnel.


Muy bueno, también, tu atuendo de bruja. Ánimo, y que siga la guerra…

Cole ©




Agradezco tus cumplíos
satánico caballero
y alabo ésa, tu humildad
inherente en el maestro

Perooo…

No me vengas con pamplinas
con halagos zalameros
que t'e caláo, pillastre
¡No me ejerzas de hechicero!

No embaucarás a esta bruja
pa meterla en tus calderos
ni conseguirás mi alma
convirtiéndome en murciélago

Empujemos ese tren
que lleva por pasajeros
las Cien palabras de amor
arrulladas por los versos

Mim ©




Allá en la madrugá...
Con cien palabras de amor
sentidas una por una
se ennoblecen las vivencias
que en los recuerdos perduran


Uys, qué flojera romántica, más tontorrona me ha dado ¡Relimones!
Usté tié la culpa de tó, Mister Cole. Esa frasecita lo vuelve a uno, así como blando con las duendas y demás féminas fantásticas.

Pencho el Duende ©





Allá en La Taberna...
Y resurgen los suspiros
en una nube dorada
recordando los momentos
de pasiones desatadas


Ufff... La tonteo romanticón ése, pa mí que es contagioso. ¡Remurciélagos!

Mim ©





Allá en la madrugá...
En la bruma de la noche
hay un suspiro perdío
y yo no quiero cogerlo
pues perdería el sentío


¿A qué viene este silencio inquietantemente desamoroso? ¡Vamooooos...! Que "entavía" nos falta "muncho" p'a llegar a CIEN... MIL... PALABRAS DE AMOR, y ¡¡¡UN SENTÍR EMBRUJADAMENTE ENAMORÁO!!!

Pencho el Duende ©

Allá en La Taberna...





El demonio se ha ido cabizbajo,
pues en temas de amor no tiene suerte;
lo que toca lo cambia todo en muerte
y las hadas le huyen río abajo.

Cuando canta y les brinda un agasajo,
para éllas es simple gas inerte;
y por mucho que el Cole les oferte,
no le aguantan su innato desparpajo.

Receloso y cargado de sospechas
ha aumentado su llama incombustible,
mas sus ansias mantiene insatisfechas.

Por lo tanto el silencio es comprensible,
más aún, si se acercan esas fechas
cuando el Bosque descansa inconmovible.

Cole ©

domingo, 16 de agosto de 2009

(III) De las Discusiones a los Planes de Guerra




Esto es arte y poderío ...

¡¡¡MAGIA PURA!!!

Yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuu...

¡Pura, suavemente dura y resplandecientemente oscura!

Aluvión de pitidos, silbidos y efusivos vitoreos de admiración, a tan excelsos poetas y sus extraordinarios poemas.

Hip, hip ¡Hurraaa...!

Mim ©

Allá en la madrugá... Alucinando en colores poéticos



¡ Ay ! Mim, hay que ver, como se ponen de ufanos estos demonios…
Engreído señor de los infiernos
dice usted que la lluvia le idolatra;
la obediencia inflexible de los vientos
no hace caso de vuestras peroratas;

cual sumisos complacen mis deseos,
susurran a mi oído en la mañana,
me despiertan, con suave cosquilleo
y la brisa sutil que ellos exhalan.

Ya en el día me colman con sus besos,
me envuelven con ardor en sus fragancias
y afanosos componen los arpegios
para luego dormirme con sus nanas.

Recuerde que soy buena, se lo advierto,
a invocar esas fuerzas no me gana;
no hay demonio que venga del averno
a burlarse de meiga… con bravatas.

Phoeby ©



Dices meiga que el viento te obedece,
que complace tus íntimos deseos...
Para mí que son simples balbuceos
del que busca salirse con sus trece.

Un minuto después que el rito empiece
y del aire tú cojas los arreos,
soñarás con mis suaves toqueteos
pues soy yo el que siempre te estremece.

Además, piensa sólo en una cosa:
aunque sufras mis versos alevosos
tu respuesta es muy digna y afanosa.

Sabes bien mis anhelos amorosos
ya que buscas mis fuegos, afectuosa.
Tus conjuros son siempre deliciosos...

Cole ©




Este pérfido demonio
con su apuesta gallardura
nos va a traer a las brujas
por la senda la amargura

Se proclama de amoral
sangre y muerte en patrimonio
y luego se pone tierno
¡Impredecible demonio!

Mediumnean mis sentires
que el zagalico es sincero
y aunque fiero y petulante
¡Va de frente y por derecho!

Lo tenemos que hechizar
y buscarle las cosquillas
o nos va a robar el alma
y embaucar como a pardillas

Fivita ¿Lo retamos a un bis a bis encantadoramente maléfico, en el círculo de tiza con sangre de gallo negro, allende de las profundidades del corazón más tenebroso de Amor Brujo?

Mim ©

Allá en la madrugá...



Permítame Señor Cole darle mi enhorabuena por sus letras, es un honor para mí y un privilegio el poder compartir estos gratos momentos. Me gustan mucho sus sonetos en endecasílabos y en alejandrinos, la musa que dedicó a la lluvia me encanta, amén de los diferentes romances. Muchas gracias por darle “calorcillo” al bosque.

Un abrazo con cariño
Phoeby ©

PD: Sepa usted, que no le pienso invitar a comer Jajajajajaja y que me voy a unir a Mim para retarle al bis a bis en el círculo de tiza con sangre de gallo negro, allende...



Sí, sí, un bis a bis, encantadoramente maléfico. Una contienda, un reto, un duelo de magia, que se viene llamando ¡Remurciélagos!
Fivita, servidora, y quien tenga a bien conjurarse a la justa, aunando fuerzas, escobas, conjuros y alguna que otra aportación, contra Demonio Cole (que hace por dos) osease, un bis a bis... ji ji ji
Será un duelo inocente
simpático y campechano
cordial y divertido
para pasar un buen rato

Fivi y Mim, se visten sus capas mágicas de peregrinaje ¡Camina o Revienta! y escobas en ristre, se disponen a emprender la marcha hacia el Círculo de tiza con sangre de gallo negro del brujísimo bardo Cyrano, pero... A ver, a ver... Están cuchicheando por mediumneo, para que nadie las oiga... ¡Diantres! ¿Qué mediumnearán? La brisa Catalina, que todo lo que oye lo silba, nos brisea rauda y veloz, que están diciendo: Vamos a por los venenos, los alfileres negros, las tarántulas rabiosas, la jaula de grillos histéricos y el extintor. Las constrictor ya están esperando escondidas bajo los pedruscos, los basiliscos, disfrazados de guacamayos, apostados en las ramas más bajas de los sauces y la banda de grajos malaspulgas, camuflados de escarabajos, por entre los matorrales que circundan el Círculo...

Mim ©

Allá en la madrugá...