sábado, 22 de agosto de 2009

Declaración de Guerra




Yo*
príncipe
demonio
Baltasór,
as del infierno,
bajo al inframundo
a convocar las ordas
de “órcos, trándros” y otros
seres mal nacidos, que arrastran
sus bastos cuerpos sanguinolentos,
emitiendo olores nauseabundos.
No*
pifie,
ansioso,
el terror
que yo gobierno,
al quemar el mundo
con flama y pena sordas,
angustia sin fin y lloros ,
que zafio los cuerpos desgarra,
marcando los rostros cenicientos
y comiendo sus tripas iracundo.
Voy*
Sílfide,
mi trono
de color,
mi suave invierno,
blanco pero crudo,
a ofrecerte las gotas
más amargas que de ojos
de bruja, enrojecidos, salgan,
para satisfacer tus más cruentos
placeres y adornar tus atributos.
¡Dales hambre!,
dales cárcel.
Dales dolor,
dales horror
y dales sangre!


*Espero que podáis dispensarme esta pequeña licencia, pues creo que en el presente “poema”, el aspecto gráfico es tan importante como el contenido mismo de las letras.

Cole ©




Jajajajaja , menudo arbolito de navidad, jajajajaja Valeee ya se me ocurrirá algo para ese bis a bis; es que viendo el árbol tan lindo, me causan gracia las letras, perdone usted señor Cole
Jajajaja

Un abrazo con cariño
Phoeby ©




Demonio Cole, dueño y señor de los inframalignos Infiernos, si lo que pretendes con esa llameantemente furibundo-feroz-infrahumana advertencia-conjuro-sentencia pavorosa, aunque la disfraces de poema y le des forma de arbolitos, es pegarme un susto mú gordo y meterme tanto miedo que me quede paralizada de terror, te diré que ¡Lo has conseguido! (Es que me ha pillado pelín desprevenía, leñe)
Pero en cuanto salga de este trance horrípiloso en el que me he quedado así, como medio traspuesta, por el efecto debastador del estruendo arrasante de ese tono guturo-estridente-diabólico, suyo de usté, prosigo mi andadura hacia el Círculo de Tiza ¡Que lo sepas!


No me valen las bravatas
de diablillos engreidos
abarruntando desastres
penas sordas y exterminio


Uys... Será posible el yuyu miedoso tan tonto que m'ha dáo ¡Remurciélagos!



Yo
soy
Mim
la bruja
maléfica
más astuta
pérfida y poderosa


JoquitipopitI
racatalachan
lado obscuro
ven p’acá
mal
soy
y a
por
ti
voy
ora
hoy

Mim

Allá en la madrugá...

Sr. Demonio Cole, boquiabierta de admiración me has dejado con esa maravilla de composición poética.
Es... es... Ufff... Es una valiosísima joyita, por su excelso y rico contenido en ingenio y poderío emotivo.

Rindo mi gorro, mi escoba y todas mis admiraciones, a los pies de sus letras y de su ingeniosa genialidad.

Mim ©

Allá en la madrugá...



Bruja Mim, linda brujita;
yo no creo que te asustes
y aunque quiera no lo harías,
pues sabes mucho de azufre.

Y si del ingenio hablamos,
es otra de tus virtudes.
¿Qué decir del poderío,
si en tu caso eres inmune?

Yo no creo que el poema
amerite tantas luces;
si la rima está cosida
con el hilo de pespuntes…

¡Bah! Es un simple ejercicio
para que todos disfruten,
y que el tren que está parado
salga pronto de este túnel.


Muy bueno, también, tu atuendo de bruja. Ánimo, y que siga la guerra…

Cole ©




Agradezco tus cumplíos
satánico caballero
y alabo ésa, tu humildad
inherente en el maestro

Perooo…

No me vengas con pamplinas
con halagos zalameros
que t'e caláo, pillastre
¡No me ejerzas de hechicero!

No embaucarás a esta bruja
pa meterla en tus calderos
ni conseguirás mi alma
convirtiéndome en murciélago

Empujemos ese tren
que lleva por pasajeros
las Cien palabras de amor
arrulladas por los versos

Mim ©




Allá en la madrugá...
Con cien palabras de amor
sentidas una por una
se ennoblecen las vivencias
que en los recuerdos perduran


Uys, qué flojera romántica, más tontorrona me ha dado ¡Relimones!
Usté tié la culpa de tó, Mister Cole. Esa frasecita lo vuelve a uno, así como blando con las duendas y demás féminas fantásticas.

Pencho el Duende ©





Allá en La Taberna...
Y resurgen los suspiros
en una nube dorada
recordando los momentos
de pasiones desatadas


Ufff... La tonteo romanticón ése, pa mí que es contagioso. ¡Remurciélagos!

Mim ©





Allá en la madrugá...
En la bruma de la noche
hay un suspiro perdío
y yo no quiero cogerlo
pues perdería el sentío


¿A qué viene este silencio inquietantemente desamoroso? ¡Vamooooos...! Que "entavía" nos falta "muncho" p'a llegar a CIEN... MIL... PALABRAS DE AMOR, y ¡¡¡UN SENTÍR EMBRUJADAMENTE ENAMORÁO!!!

Pencho el Duende ©

Allá en La Taberna...





El demonio se ha ido cabizbajo,
pues en temas de amor no tiene suerte;
lo que toca lo cambia todo en muerte
y las hadas le huyen río abajo.

Cuando canta y les brinda un agasajo,
para éllas es simple gas inerte;
y por mucho que el Cole les oferte,
no le aguantan su innato desparpajo.

Receloso y cargado de sospechas
ha aumentado su llama incombustible,
mas sus ansias mantiene insatisfechas.

Por lo tanto el silencio es comprensible,
más aún, si se acercan esas fechas
cuando el Bosque descansa inconmovible.

Cole ©

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